viernes, 23 de noviembre de 2012

Peñarol le dio una clase a Obras y se metió en el Final Four de la Liga Sudamericana

Fuente: http://0223.com.ar


Con una gran actuación colectiva, con jugadores exhaustos que dejaron el resto de lo que le quedaba físicamente para continuar adelante en el sueño continental, Peñarol jugó un partido completo, de punta a punta, y derrotó con mucha autoridad a Obras Sanitarias por 73 a 56, para conseguir el pasaje al Final Four de la Liga Sudamericana. El goleador de la noche fue Leo Gutiérrez con 22, bien acompañado por David Teague, que tuvo una noche consagratoria con 15, 7 rebotes y una gran defensa sobre Forte (17), el hombre más importante de la ofensiva local. Ahora, habrá que esperar la licitación para el cuadrangular definitivo, el cual el "milrayitas" intentará realizar en el Polideportivo "Islas Malvinas".

Como si fuera un calco de las noches anteriores, el primer cuarto de Peñarol fue la copia más parecida del tricampeón de la Liga Nacional. Con un básquet de alto vuelo, una defensa intensa que no permitía que Osimani podía jugar el pick and roll con Juan Gutiérrez y una ametralladora de triples que apabulló a Obras, los de Sergio Hernández se lucieron y se lo llevaron por un categórico 26 a 15. La diferencia no fue mayor porque, impedido de meter la pelota en la pintura, el local apostó a la misma arma en el arranque y metió sus primeros 9 puntos por esa vía. Lo del “milrayitas” fue perfecto: 6 de 9 en tiros de tres, con 3/4 de Campazzo, 2/3 de Leo Gutiérrez y uno de David Teague sobre la chicharra, cuando quedaban apenas 7 décimas. 
El arranque del segundo cuarto fue más tranquilo en cuanto a triples, pero Peñarol estaba decidido a marcar la mayor diferencia posible, consciente de lo que viene sufriendo los segundos tiempos. El buen ingreso de Rasio para pelear los rebotes le permitió descansar a Leo Gutiérrez. No pasó lo mismo con Terrel cuando le tocó reemplazar a Leiva, que no aportó en ataque y cometió faltas innecesarias en defensa. Pero Peña tiene pocos jugadores y mucha calidad, apareció Mata para lastimar desde afuera y sacó la máxima de 17 (18-35) que obligó al minuto de Gonzalo García. Sin embargo, al regreso el marplatense volvió a clavar una “bomba” y la distancia era cada vez mayor. Igual lo mejor no era lo que hacía en ataque, sino lo de la defensa, que permitió sólo 3 puntos en 8’30” y seis en todo el chico, para irse al descanso con un 44 a 21, contundente y más que interesante.
En otro momento, esos 23 puntos de diferencia hacían que el segundo tiempo estuviera demás, porque parecía imposible que alguien sea capaz de dar vuelta una ventaja semejante frente a Peñarol. Pero con el cansancio que acumula el equipo y los antecedentes cercanos, había que ser cauto y esperar como se diera en desarrollo del juego.
El equipo de Sergio Hernández hace imposible hacer una crítica a lo que propone. Porque cuando arrancó con tres triples errados seguidos y parecía que empezaba a equivocar el camino, como le había pasado ante Libertad, Teague no se inmutó y se volvió a levantar de 6.75 metros para levantar a la gente que viajó a Capital Federal y mantener la ventaja de 22 (27-49). Lo del “milrayitas” no era tan bueno como en el primer tiempo, pero el local no supo aprovechar ese bajón para descontar y Leo se encargó otra vez de que la diferencia se mantenga amplia (31-54) a falta de 3’35”. Encima, Obras volvió  fallar en ataque y el campeón olímpico replicó con dos triples calcados que al “tachero” lo destruyó anímicamente. En ese contexto, llegaron al cuarto final con ventaja de 20 (60-40) que daba la sensación de definitiva, pero había que esperar.
Perdido por perdido, los de García salieron a defender a la media falta, con mucha intensidad y a apostar a Forte para las penetraciones y descontó a 14 (48-62) en dos minutos. El “milrayitas” no pasaba los sobresaltos de otras noches, el ingreso de Teague colaboró para marcar y, además, tomó decisiones en ataque para tener siempre el tanteador por encima de los 15 de diferencia. Peñarol estaba cansado, pero pensaba, hacía posesiones largas y elegía el mejor tiro o esperaba una falta que los llevara a la tranquilidad de la línea. La experiencia de sus hombres, la defensa que cumplió a la perfección durante todo el partido y las apariciones en los momentos claves de Gutiérrez y Teague, le permitieron no pasar sobresaltos y cerrarlo por un contundente 73 a 56.
Peñarol lo ganó con oficio, corazón y lo poco que le quedaba de piernas. El “milrayitas” sabe que uno de los principales objetivos de la temporada es ganar la Liga Sudamericana, el trofeo que le falta a este plantel para llenar las vitrinas de Garay y Santiago del Estero. El paso está dado, ahora a licitar para ver si puede gritar de nuevo campeón en el Polideportivo Islas Malvinas, si se tendrá que jugar las fichas en Corrientes (Regatas venció a Libertad y también avanzó) o si la hazaña deberá ser aún más grande en Río de Janeiro.

No hay comentarios:

Publicar un comentario